¡Hola a todos, limoneros! Hoy os traigo la reseña de un libro bastante particular, sobre todo porque no es un libro de "literatura" propiamente dicha sino uno de autoayuda. ¿Preparados? ¡Vamos allá!
LA MAGIA DEL ORDEN
Marie Kondo
Editorial: Aguilar
Nº de páginas: 200
Precio: 14'90 €
★★
Transforma tu hogar en un espacio limpio y ordenado de manera permamente, ¡y sorpréndete de cómo cambia tu vida! Marie Kondo, la experta en orden japonesa, te ayudará a acomodar tus espacios de una vez por todas con su sencillo método KonMari. La clave para mantener el orden exitosamente está en acomodar los objetus de tu casa, habitación, apartamento, estudio u oficina de forma correcta, manteniendo solo lo que realmente amas y limpiándolo todo a la vez.
Este método increíblemente fácil no solo transformará tu espacio, también te cambiará a ti. Te sentirás más seguro, exitoso y motivado para crear la vida que quieres.

La magia del orden no es un libro común, no es el típico libro de autoayuda que solo te aleccionará sobre cómo mejorar tu vida. Porque Marie Kondo pretende que, ordenando tu vivienda, tu vida mejore. Según ella, si nuestra vivienda/habitación/estudio está desordenado, nuestra vida estará también lo estará. Y como en mi vida el desorden es una de las principales causas de mis malestares [y reconozco que soy una acumuladora de 'basura'], me propuse leer el libro y ordenar mi espacio personal siguiendo sus consejos.
El método KonMari que describo en este libro no es una simple serie de reglas sobre cómo clasificar, organizar y desechar cosas. Es una guía para adquirir la mentalidad correcta y así crear orden y volverse una persona organizada.
El método a seguir es el KonMari [muy original, dicho sea de paso, porque une el apellido y el nombre de la autora, ajá] y consiste, básicamente, en poner en un sitio TO-DO lo que tengas en tu habitación que sea de una misma categoría para organizarla. Así con todas las categorías (ropa> libros> papeles>...). Esto se debe a que se debe organizar todo en una sola tanda puesto que si se deja algo para otro día...Probablemente no se hará, se dejará de lado por aburrimiento o porque no se tiene tiempo. Por ejemplo, yo empecé con la ropa, así que junté toda la ropa que tenía en mi habitación en un mismo sitio..
Después, es el momento de valorar su función. Kondo dedica una reflexión bastante larga en enseñar que si nos guiamos por tirar las cosas que no nos sirven terminaremos enfurruñados. Por ello, es mejor guiarse por la pregunta«¿Esto me hace feliz?». Si la respuesta es positiva, lo guardas. Si es negativa, le das las gracias por su servicio y lo desechas.
Después, es el momento de valorar su función. Kondo dedica una reflexión bastante larga en enseñar que si nos guiamos por tirar las cosas que no nos sirven terminaremos enfurruñados. Por ello, es mejor guiarse por la pregunta«¿Esto me hace feliz?». Si la respuesta es positiva, lo guardas. Si es negativa, le das las gracias por su servicio y lo desechas.
Llegados a este punto debo comentar que yo me sentía bastante tonta preguntando si mis jerseis me hacían feliz y dándoles las gracias por abrigarme en invierno antes de meterlos en una bolsa. Y este punto nos lleva al siguiente: LA TORTURA DE LOS CALCETINES.
¿Alguna vez has tenido la experiencia de creer que hacías algo bueno y luego te enteras de que hiciste daño a alguien? En aquel momento no te preocupaban los sentimientos de la otra persona. Eso se parece a la manera en que muchos de nosotros tratamos a nuestros calcetines.
Yo había oído hablar sobre la teoría de Kondo de que los calcetines sufren...Pero no me imaginaba tal punto de locura. Según la autora, los calcetines [y las medias, en el caso de las chicas] están de vacaciones en el cajón, puesto que pasan largas jornadas protegiendo nuestros pies. Pero no pueden disfrutar de ellas porque nosotros [yo, al menos] los guardamos hechos una bola y claro así no hay quien recupere fuerzas después de todo el día en unos pies apestosos. El tiempo que pasan en tu cajón es su única oportunidad de descansar. Por ello, es mejor doblarlos intentando formar un rectángulo para que los calcetines puedan suspirar de alivio al verse desatados. [Admito que me dieron un poquito de pena mis calcetines, así que seguí el método KonMari y los doblé, en vez de hacer como si fueran patatas. Ahora se ven mucho más feliJOJO MENTIRA]
Pero el caso de los calcetines no es único. Por ejemplo, los pantalones no pueden colgarse en perchas sino que deben doblarse horizontalmente. Las camisetas y jerseis deben doblarse verticalmente, si puede ser en cajones o incluso en cajas. Pero Kondo no parece reparar en algo: no todos tenemos espacio -o ropa- suficiente como para seguir su método de ordenación. En el caso de los pantalones, yo prefiero colgarlos en perchas porque así ocupan menos espacio. Y en el caso de las camisetas...Si las intento poner verticales en un cajón se caen todas porque no tengo suficientes. Porque es mucho mejor doblarla en cuanto a almacenamiento. [Discrepo, pero bueno]
Pero luego Kondo nos descubre que ella no dobla la ropa solo por doblarla...¡La dobla porque así le infunde energía!
El verdadero beneficio es tomar cada prenda con las manos. A medida que recorres la prenda, derramas energía en ella. [...] Es un acto de cariño, una expresión de amor y aprecio por la manera en que esa ropa contribuye a tu estilo de vida. Por lo tanto, cuando la doblemos, debemos hacerlo de corazón y agradecerle por proteger nuestro cuerpo.
Pero por si lo de los calcetines y lo de dar la energía a la ropa no era sido suficiente....Kondo nos enseña a que debemos saludar a nuestra casa cada vez que llegamos a ella, así como saludar las casas de las personas a las que visitamos. Lo primero que yo hago cuando visito la casa de un cliente es saludar su casa. Me arrodillo formamente sobre el suelo en el centro de la casa y le hablo mentalmente.
Lo de la ropa, vale. Lo de hablarle a los objetos, vale. ¿Pero saludar las casas? No tengo palabras para criticar esto.[Espera, que ya llevo un buen rato criticando]. No tengo problemas en que el libro hable de ordenación, pero cuando pasaba a cosas más filosóficas [aka paranoias de la autora] y de feng shui...Dejaba de leer.
Pero no todo van a ser cosas malas. Lo que sí que comparto con la autora es el hecho de guardar libros que no nos hacen felices, por el simple hecho de tenerlos. Ya hable sobre los tsundokus antes y continúo pensando lo mismo. ¿De qué sirve acumular libros con la promesa de que en algún momento los leerás? El método KonMari insta a liberar los libros que no se han leído para que otras personas puedan hacerlo.
Finalmente, después de hablar de organización, el libro dedica unos cuantos capítulos a hablar de los beneficios psicológicos de ordenar nuestra casa: como os he dicho anteriormente, el hecho de vivir en un espacio ordenado hace que el aire sea más limpio, que pasemos menos tiempo ordenando y podamos dedicarnos a otras cosas...Así que, evidentemente, nuestra vida mejorará [MMMMM. NOPE. Yo, al menos, no he notado tal beneficio].
Finalmente, os quiero hablar de la forma en la que está estructurado. Porque siendo un libro de organización la verdad es que está bastante desorganizado. El libro se compone por partes y estas se dividen en capítulos, pero muchas anécdotas son casi iguales, así como los consejos. En algunos capítulos -bastantes- más que un manual de autayuda parece una biografía de la autora, en la que nos enseña momentos de su pasado como que cuando era pequeña empezó a reutilizar los cartones de leche como separadores, etc. ¿Necesito saber que pasó una temporada cabreada y tirando cosas a la basura cada día?
Yo también estaba convencida de que tenía que guardar y sacar la ropa de la temporada dos veces al año: en junio y en octubre. [...]Para ser sincera, esta costumbre siempre me pareció engorrosa. Si yo quería usar un vestido guardado en una caja ubicada en la repisa superior del armario, sacarlo resultaba muy problemático.
En cuanto a la presentación del método KonMari... No consigue mi aprobación. Es todo muy caótico, sin ninguna lista o enumeración de pasos a seguir. Por no hablar de que hay cosas del método que son preferencias personales de la autora -como el poner toda la ropa del mismo color junta- porque no aportan mucho a la organización en sí. Y el organizar por categorías implicaba que no se puede organizar una estantería por completo porque primero se deben hacer los libros, luego los papeles, luego los objetos de escritura...Y así. [Aunque debo decir que no he seguido mucho el método porque lo hice bastante a mi manera, aunque sí que le daba las gracias a los objetos antes de tirarlos o(≧∇≦o)].
La magia del orden parece un manual de autoayuda pero es más bien una serie de consejos mezclados con propaganda y la biografía de la autora. Hay consejos que son útiles pero otros que solo pueden ponerse en práctica si tienes espacio de sobras o bastante ropa. La base de tirar todo aquello que no te haga feliz o que no usemos también tiene algunas lacunas aunque, en general, es una buena forma de descubrir si se acumulan cosas por acumular. El libro hubiera sido mucho mejor si fuera más de organización y menos centrado en los cursillos de la autora.