¡Hola a todos, lectores! ¿Qué tal estáis llevando el otoño? En mi ciudad la verdad es que ha empezado el frío de forma muy drástica y temo convertirme en un cúbito de hielo (/゚Д゚)/. Muy relacionada con el frío es la novela que os vengo a reseñar. ¡Espero que os guste!
♠ Autora: Andrea Tomé ♠ Editorial: Neo ♠ Nº de páginas: 376 ♠ Precio: 16'90 €
Salva y Mía, fans de los Beatles y el cine de terror de serie B, tienen un hobby poco habitual: asaltar casas abandonadas. Se cuelan en edificios en ruinas, se asoman a las ventanas y se preguntan cómo era la vida allí.
Una noche, su juego da un giro inesperado. En el alféizar de una de esas casas encuentran una caja. Y la caja guarda las cenizas de un muerto. De repente, un sinfín de preguntas los asalta. ¿Quién fue ese hombre? ¿Por qué estaba allí? ¿Qué tiene que ver con ellos?
El problema es que a Salva no le queda mucho tiempo para encontrar las respuestas que necesita, ni tampoco para descubrir sus verdaderos sentimientos hacia Mía...
Gracias a la editorial Plataforma Neo por el ejemplar
Aviso a todo el mundo de que la reseña va a ser un poco diferente a las habituales. Espero que nadie se sienta ofendido si digo las cosas con un poco de “humor” o tal y como las pienso. Creo que este libro de tema tan serio merece un poquito de vidilla. Además, es posible que hayan pequeños spoilers (nada que no podáis adivinar si habéis leído este tipo de libros de adolescentes y para adolescentes).
Entre dos universos nos narra la historia de Salva y Mía, dos adolescentes que tienen la mala costumbre (o hobby) de entrar en casas abandonadas y preguntarse qué tipo de personas vivían allí, montarse una fiestecilla privada para ellos dos solos (drogas blandas incluidas) o simplemente echarse encima del suelo mugroso y polvoriento a mirar al cielo.
En una de sus reuniones allanamientos de morada en una casa abandonada encuentran una caja muy bonita que contiene las cenizas de una persona, de un ciudadano francés llamado Jean-Louis. A partir de entonces Salva y Mía deciden investigar qué hacen las cenizas de un francés en Ferrol y harán todo lo posible para buscar quién fue. Pero deberán darse prisa puesto que a Salva no le queda mucho tiempo de vida y, además de descubrir quién fue su muerto particular el francés, Salva deberá descubrir lo que verdaderamente siente por Mía.
Hasta aquí puedo contar la sinopsis. De hecho, esto es todo lo que ocurre en el libro. De verdad, no hay mucho más: Investigan quién es Jean-Louis. Hacen cosas de adolescentes con problemas (como pelearse con los padres cada dos segundos, fumar drogas, masturbarse casi en público, descubrir sus sentimientos, o ser unos egoístas-egocéntricos), se explica cómo se conocieron ambos protagonistas, Salva lucha contra su leucemia y Mía contra su bulimia. Fin.
Bromas aparte, la verdad es que tuve sentimientos contradictorios con este libro. Encuentro que la idea de la historia está muy bien pero que no está lo suficientemente desarrollada para mi gusto.
Mía y Salva son nuestros protagonistas, y la verdad es que son dos tópicos literarios con patas.
Mía es una chica que sufre bulimia(Por cierto, no sé si la autora lo hizo queriendo pero Mía es el nombre de la “Bulimia”. Creo que es una de las pocas cosas que un lector avezado se puede dar cuenta, la “ironía” de que Mía se llame “bulimia” y la tenga. El significado del nombre me gustó bastante, suponiendo que la autora lo hiciera queriendo. Si no…Bueno, es una coincidencia normal y corriente)y me ha parecido aburrida, egocéntrica, egoísta y con ganas de necesitar una buena torta. No voy a meterme en el tema de la bulimia porque no tiene nada que ver con que la propia personalidad de Mía no me gustara. Me pareció que no le importaba nada el efecto que sus actos o palabras pudieran hacer en los demás, como en sus padres o en Salva. A verdad es que trata bastante mal a su madre, que realmente se preocupa por su bulimia. En algún momento de la obra se dice o se entiende que Mía caería de nuevo en su bulimia si Salva no estuviera a su lado, pero a mí me parece que en ningún momento ha salido de ella. Afortunadamente no he tenido nunca un problema alimenticio y realmente no sé lo que se piensa o se siente pero sí creo por sus actos que Mía no tiene las ganas necesarias de “curarse” (no tengo ni idea de este tema así que en este caso pido perdón si alguien sí que le ve este sentido al libro). La verdad es que de Mía no me gustó nada. La autora la describe como una chica muy especial, que llama la atención por su personalidad, etc. pero yo lo único que veía era una adolescentecon problemas que es algo borde y tiene sus hobbies y punto. No hay nada más especial que cualquier otro adolescente no pueda tener.
Mía es una chica que sufre bulimia(Por cierto, no sé si la autora lo hizo queriendo pero Mía es el nombre de la “Bulimia”. Creo que es una de las pocas cosas que un lector avezado se puede dar cuenta, la “ironía” de que Mía se llame “bulimia” y la tenga. El significado del nombre me gustó bastante, suponiendo que la autora lo hiciera queriendo. Si no…Bueno, es una coincidencia normal y corriente)y me ha parecido aburrida, egocéntrica, egoísta y con ganas de necesitar una buena torta. No voy a meterme en el tema de la bulimia porque no tiene nada que ver con que la propia personalidad de Mía no me gustara. Me pareció que no le importaba nada el efecto que sus actos o palabras pudieran hacer en los demás, como en sus padres o en Salva. A verdad es que trata bastante mal a su madre, que realmente se preocupa por su bulimia. En algún momento de la obra se dice o se entiende que Mía caería de nuevo en su bulimia si Salva no estuviera a su lado, pero a mí me parece que en ningún momento ha salido de ella. Afortunadamente no he tenido nunca un problema alimenticio y realmente no sé lo que se piensa o se siente pero sí creo por sus actos que Mía no tiene las ganas necesarias de “curarse” (no tengo ni idea de este tema así que en este caso pido perdón si alguien sí que le ve este sentido al libro). La verdad es que de Mía no me gustó nada. La autora la describe como una chica muy especial, que llama la atención por su personalidad, etc. pero yo lo único que veía era una adolescente
—Voy a curarme —dice sin separase de mí—. Sé que os he dado razones para creer lo contrario y que últimamente lo estoy haciendo todo al revés, pero mi padre no se equivocaba. Me estoy esforzando. Sé que me llevará mucho tiempo y que me caeré una vez tras otra, pero me curaré. Estoy tan segura que puedo olerlo.
¿Y qué decir de Salva? El muchacho padece de leucemia y le queda muy poco tiempo de vida. Salva, evidentemente, quiere vivir pese a que el destino le ha negado y no se quedará quieto esperando a la muerte. Quizá por eso hacen todas las “locuras” de irse a casas abandonadas…Pero oye, también me pareció un poco egoísta. En este caso una parte de mí lo entendió porque el pobre chaval se está muriendo pero creo que también era un egocéntrico al que su padre le debería haber dado una torta, porque lo único que pensaba era en el tumor que le crecía en el cerebro y en Mía. La verdad es que estaba OBSESIONADO con Mía (en plan malo) y lo único que quería era estar a su lado pese a que ella le trate mal o que su padre necesite su ayuda (la verdad, está a punto de morirse y prefiere pasar el tiempo fuera que con su padre. Eso me pareció bastante ilógico).
Hay otra cosa de Salva que me desagradó y es que Salva le quita los calcetines a Mía con la boca. Yo quiero mucho a mi novio pero no le quitaría así. A saber qué han pisado esos calcetines... (╯°□°)╯︵ ┻━┻
Me río, y mis dientes colisionan contra los calcetines de Mía. Se los quito con un mordisco muy suave.
Por otro lado, en las primeras páginas ya vemos que Salva está un poco salido. Cada vez que Mía le pone la mano en la rodilla se le empalma cierto miembro de su anatomía y para que no se le empalme se pone a pensar en los reyes de Inglaterra. Y en el primer capítulo se repite mucho, y la verdad es que era demasiado…. ARGG. Porque están juntos, se hablan y “Oh, me ha rozado, empalme. Oh, me ha mirado, empalme” (permitidme que exagere un poquito, pero tengo marcadas todos los empalmes de Salva y hay unos cuantos en pocos capítulos).
—Creo que es la estación espacial internacional —digo. Mía deja caer la mano sobre la que casi toca mi pene y me provoca una casi erección, que es lo que me ocurre cuando empiezo a acalorarme, y recuerdo la lista de los reyes ingleses llamados Enrique para solucionarlo.
En algunos momentos me pareció que la autora quiso ir de “moderna”(a falta de palabra mejor)incluyendo algunas escenas “de sexo” o con contenido erótico (debo decir que estoy a favor del sexo siempre y cuando sea relevante para la escena y muchos momentos no lo eran). como si quisiera que dijéramos: “Oh, mirad, una escena de sexo casi sin tapujos en un libro para adolescentes, que guay”. Además, y lo siento, pero el follamigismo que se traen los protagonistas no me gusta nada. Porque además de egoísta, Mía odia las “relaciones” sentimentales y el día de San Valentín y los mensajes de buenos días…Y un largo etc. Pero pese a eso le da esperanzas a Salva continuamente.
La verdad es que para mí el verdadero PERSONAJE (con mayúsculas, porque él lo vale) es Jean-Louis. Es el único que me ha gustado y creo que el libro debía tener más páginas sobre él. Que su historia solo ocupe veinte–treinta páginas me irrita bastante porque la verdad es que es el personaje mejor construido de TODA la novela. Su historia es dulce, escalofríante, misteriosa y me dieron ganas de conocerlo. (Y a Mía y Salva darles una torta, recordad).
De verdad. JEAN-LOUIS, JE T’AIME.
Sin embargo, si lo que se quiere es distinguirlo de todos los demás granjeros a quienes les apasionan los deportes y que jamás salen de casa sin su cámara de fotos, deberíamos precisar que era un muchacho que tomaba cereales para merendar
Ahora que escribo en francés quiero decir una cosa o explotaré. Como Jean-Louis es francés en algunos puntos de la novela hay un par de frases en francés.Lo cual está bastante bien si no tenemos en cuenta de que en algunos momentos INNECESARIOS se nos traduce del francés al español y en otros en los que era necesario no lo hace.
Como estoy estudiando trabajo editorial estos "errores" se marcaron en rojo en mi cerebro y no podía evitar pensar en ellos. Por ejemplo, en la página 21 hay escrito: —Jean-Louis, 24 Mars, 1944 – 19 Fevrier, 2010. En esa misma página hay una nota al pie en el que se nos traduce el texto en francés, que se entiende perfectamente. (Vamos, ¿verdad que vosotros lo entendéis sin haber estudiado francés?). En cambio hay otros momentos en los que hay palabras en francés que yo no entendí y que no se nos traducen: por ejemplo en la página 302 hay patinage, glace, vite y tombery unas líneas más abajo con, stupide, cochon y fou.De momento continúo sin saber lo que significan algunas de estas palabras pero sé perfectamente gracias a la nota lo que significa Fevrier. Además, en esta misma línea, se traducen algunas palabras en inglés (En la página 155 se traduce “Find a Grave”) pero hay muchas y muchas otras cosas en inglés (incluso algunas que yo no entendí) que no se traducen. Eso creo que es más un problema editorial que de la autora pero la verdad es que estos errores me llamaron mucho la atención porque vi que no había una continuidad en cuanto a la edición
Como estoy estudiando trabajo editorial estos "errores" se marcaron en rojo en mi cerebro y no podía evitar pensar en ellos. Por ejemplo, en la página 21 hay escrito: —Jean-Louis, 24 Mars, 1944 – 19 Fevrier, 2010. En esa misma página hay una nota al pie en el que se nos traduce el texto en francés, que se entiende perfectamente. (Vamos, ¿verdad que vosotros lo entendéis sin haber estudiado francés?). En cambio hay otros momentos en los que hay palabras en francés que yo no entendí y que no se nos traducen: por ejemplo en la página 302 hay patinage, glace, vite y tombery unas líneas más abajo con, stupide, cochon y fou.De momento continúo sin saber lo que significan algunas de estas palabras pero sé perfectamente gracias a la nota lo que significa Fevrier. Además, en esta misma línea, se traducen algunas palabras en inglés (En la página 155 se traduce “Find a Grave”) pero hay muchas y muchas otras cosas en inglés (incluso algunas que yo no entendí) que no se traducen. Eso creo que es más un problema editorial que de la autora pero la verdad es que estos errores me llamaron mucho la atención porque vi que no había una continuidad en cuanto a la edición
Cambiando de tema, el ritmo de la novela se me ha hecho bastante lento. La verdad es que no conseguí engancharme hasta las páginas de Jean-Louis (y están bastante para el final). Creo que si no hubiera hecho una mini lectura conjunta con Arelies no habría terminado el libro tan “rápido”.Toda la primera parte me aburrió, menos cuando van descubriendo cositas de Jean-Louis. Teniendo en cuenta de que no me gustaron ni Salva ni Mía y una gran parte gira a su alrededor…
—La gente mitifica a los muertos. Nos gusta tener héroes; pensar que nos protegen desde algún lugar allá arriba, donde las almas sencillamente son puras y buenas. Nos gusta creer que el mundo aquí abajo está pervertido y devastado y que los que se van son ángeles que han ganado sus alas
La forma de narrar de Andrea Tomé… Bueno, quizá fue una de las razones por las que no me enganché. Simplemente no me gustaba, y la verdad es que no podría decir exactamente por qué. Quizá es que en algunos momentos sentía que quería imitar a John Green con sus reflexiones sobre la muerte (me recordó a Bajo la misma estrella pero peor) o en otros momentos en los que podría haber profundizado simplemente no lo hizo (en los momentos de Jean-Louis, evidentemente).
—Es que una vez leí que todas esas estrellas de ahí arriba podrían estar muertas y desde entonces me obsesiona la idea de que Sirius, Orión y la estrella –polar –estación- internacional explotaron hace un millón de años —continúa ella, girando su pelo enmarañado hacia mí Los restos de una pared bailan como sombras detrás de ella—. Y nosotros seguimos observándolas como auténticos gilipollas.
Asimismo hay demasiadas cosas ilógicas a mi parecer (como los calcetines) en el libro, o simplemente acciones o descripciones innecesarias (como que tanto Mía como Salva hacen las eses líquidas). Por otro lado, la novela está llena de tópicos literarios, lo que hace que en todo momento puedas prever lo que va a ocurrir (vamos, lo que os he resumido un poquito más arriba). Además, los personajes son ABSOLUTAMENTE planos. Uno pensaría que, después de toda la búsqueda para descubrir quién era Jean-Louis y de rebote encontrar sus propios sentimientos, pues los protagonistas aprenderían algo o cambiarían su modo de ser o tendrían un viaje onírico sin drogas…Pero no. Son absolutamente iguales al principio de la novela que al final. No hay cambio, no hay reflexión, no hay una mejora en su vida.
En definitiva, Entre dos universos es una novela con una trama aburrida que se hace eterna, con unos protagonistas planos e ilógicos y un solo personaje interesante. Nos encontramos con muchas reflexiones sobre la vida y la muerte pero que no terminan en ningún sitio y hacen aún más soporífera la novela. Detrás de la trama había una buena idea pero no ha sido lo suficientemente desarrollada. No la leáis con expectativas y quizá logrará sorprenderos.
O si lo lees, hazlo con precaución
¿Os habéis leído este libro? ¿Qué pensáis de las novelas de adolescentes con enfermedades? ¿Os gusta mirar las estrellas? Me encantará leeros
Gracias ♥
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